Los que me conocéis sabéis que soy una buscadora incansable
de recetas únicas y especiales que me emocionen, llevo años buscando una receta
de galletas que cumplan unos requisitos que para mí son básicos y estos son:
tienen que estar crujientes desde el primer día hasta el último, sin la ayuda
del microondas, y tienen que llevar algún fruto seco, estas galletas de hoy los
cumplen, ¡¡¡vaya si los cumplen!!!!.... sobradamente porque están increíblemente buenas.
La receta no es mía, casi ninguna lo es, la inspiración me
vino viendo el blog de Las libretas de
Calohe y también el de Los postres de
Teresa, la receta es casi la misma, pero adaptada a mi gusto personal, y a
lo que en ese momento tengo en la despensa.
Ingredientes:
75 gr. de harina de todo uso, yo la he usado de trigo
40 gr. de azucar glas, (20 gr. aromatizada con pieles de
naranja y limón y 20 gr. sin nada)
2 gr. de levadura química (yo he puesto de Hacendado)
2 gr. de bicarbonato
40 ml. de AOVE variedad Arbequina
20 ml. de manteca de cerdo
1 pizca de sal
1 huevo batido para pintar las galletas antes de hornear
20 gr. de pepitas de calabaza tostadas con sal
Canela en polvo
Si no disponemos de amasadora, se hace a mano integrando
todos los ingredientes.
La formación de las galleta es algo complicado, y hay que ayudarse con una
espátula para el traslado desde la superficie de trabajo hasta la placa de
hornear, a veces se rompen pero luego se pueden unir otra vez cuando se pintan
con el huevo antes de hornear.
Mi consejo es dejarlas alga gorditas y así se pueden sacar
del cortapastas con mas facilidad y es mas difícil que se rompan, cuanto más
finas más frágiles.
Una vez que tenemos las 24 galletas en la bandeja del horno,
las pintamos con el huevo batido y les podemos poner por encima, si es que nos
apetece, lo que queramos, yo les he puesto, canela, algo mas de azúcar y pipas de calabaza ya tostadas con
sal, me apetecía el contraste.
Se hornean con el horno precalentado a 180º durante 15-18
minutos.
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